19 oct 2013

Elvio Romero la voz del Paraguay





Su trabajo habría de renovar la poesía de su país, fue el más combativo y talentoso escritor del siglo XX. El crítico y estudioso brasileño Walter Wey escribe, ya en 1951: “El astro del joven poeta es varonil, fuerte e incisivo. Y el estilo, a pesar de ser a veces tosco, duro, de poca vibración, le sirve maravillosamente para los temas de visiones trágicas, de muerte violenta y de hambre y de horizontes desolados...”

Al terminar la guerra civil del Paraguay en 1947, con 21 años tuvo que exiliarse como tantos otros, por ser militante comunero.  El mismo le da un nombre a su partida “Nuestra  profunda tierra”  A partir de entonces nunca más regresó. Viajó sin descanso por el mundo, trabajo en tareas editoriales y dictó conferencias, siempre ligado a la cultura. Falleció la madrugada del 19 de mayo en Buenos Aires, a la edad de 78 años, a causa de un paro cardiaco. 

Sus editores, Olga Martínez y Paco Robles, de la editorial Candaya, agradecieron  a todos los que difundieron su obra.

La poesía de Elvio Romero ha recogido el elogio  de numerosos lectores, entre ellos tres ganadores del Premio Nobel de Literatura, como Gabriela Mistral (que afirmaba leerlo "como acostada sobre la tierra"), Miguel Ángel Asturias ( "Poesía invadida llamo yo a esta poesía, poesía invadida por la vida, por el juego y el fuego de la vida") y Pablo Neruda ( "poesía llena de fuerza y follaje"). El poeta Hamlet Lima Quintana lo señala como uno de los referentes más importantes de la  poesía latinoamericana. Josefina Plá dice que al leer la poesía de Elvio Romero "se va a escuchar la voz de un pueblo reclamando su lugar en el coro de la libertad". Nicolás Guillén le dedicó un emotivo y cálido poema en el que le llamaba “Elvio Romero, mi hermano”. 

A propósito del reconocimiento de múltiples escritores  el  novelista guatemalteco Miguel Ángel Asturias, premio Nobel de literatura en 1967, en la presentación del libro de Romero “El sol bajo

las raíces” (1956), hace una maravillosa reflexión acerca del poeta y su obra: “Lo que caracteriza la poesía de Elvio Romero es su sabor a tierra, a madera, a agua, a sol, el rigor con que trata sus temas, no abandonándose ni un solo momento a la facilidad del verso, y el querer interpretar el drama de su país joyoso de naturaleza y triste de existencia, como muchos de nuestros países. Pocas voces americanas tan hondas y fieles al hombre y sus problemas, y por eso universal. Poesía invadida, llamo yo a esta poesía. Poesía invadida por la vida, por el juego y el fuego de la vida. Pero no la vida como la concibe el europeo, chato siempre ante nuestro mundo maravilloso y mágico, sino como la concebimos nosotros.  Elvio Romero, como todos los auténticos poetas de América, no tiene que poblar un mundo vacío con su imaginación. Ese mundo ya existe”




Interpretar su obra  llena de flores y paisajes es un desafío, porque el poeta rompe las cadenas de su patria con su canto. Sus versos van sobre la naturaleza derrumbando raíces de sangre viva, de vértigo, contraste y metamorfosis.  Pese a que lo reconocieron grandes poetas,  en latinoamérica no se conoce tanto su obra.

Testimonio de los padecimientos de su pueblo, la obra de Elvio Romero puede encuadrarse dentro de la poesía social de denuncia hispanoamericana junto a la de Nicolás Guillén, Ernesto Cardenal, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Manuel del Cabral. 

En la poesía del cantor guaraní  se reconocen las presencias silenciosas y reveladoras de los antepasados indios del “palmar y el horizonte”:  los nivaklé, los toba, los sanapaná, los guaraní ñandeva o los ayoreos que “sueñan con sus bosques" y “están presos del espejismo de la palmera azul”. Pero es, sobre todo, en dos libros donde ese “universo de emociones” que le proporcionan los mitos y ancestros guaraníes se convierte en tema central: El libro de las migraciones y Flechas en un arco tendido. 

Elvio Romero es el primer poeta paraguayo que se publica en España. Con Contra la vida quieta, la Editorial Candaya espera reparar, aunque algo tardiamente, el olvido incomprensible de uno de los más intensos poetas de la lírica hispanoamericana actual. 


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