El hombre traza apenas su camino
se detiene en la orilla , imagina , entrevée la patria.
Su pensamiento finge el horizonte,
una línea a lo lejos que dibuja la vida
Y un puñado de hombres
Que confunden la espada y la palabra.
Cada tarde que muere
Pone algo en sus ojos
Una estela de oro y una nueva promesa.
Escrito está en el corazón
Con la letra menuda de la infancia
Un dulce nombre, Paula,
Y una sed de poder y libertad.
Avanzada la noche
Fríos puntos de luz
Como un pueblo soñado
Cuenta el hombre silente las estrellas.
Y una voz con malicia
Al oído le dice:
“acaso todo esto será tuyo”
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